TOLAR GRANDE: EL PUEBLO SALTEÑO DE OTRO PLANETA - A Rodar por Argentina

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domingo, 8 de noviembre de 2020

TOLAR GRANDE: EL PUEBLO SALTEÑO DE OTRO PLANETA



Tolar Grande es el último pueblo habitado de la frontera oeste con Chile, en el que viven aproximadamente, unos 300 habitantes rodeados de vicuñas, desiertos, salares y volcanes, y donde la misma naturaleza se conjuga con las costumbres indígenas y la cultura milenaria de los kolla.

 

Se encuentra ubicado a 380 km de la ciudad de Salta, dentro del departamento Los Andes, en el corazón de la puna salteña, a unos 3520 metros sobre el nivel del mar. Esta región también es conocida como Puna de Atacama, que a su vez forma parte del gran desierto de Atacama que Argentina comparte con Chile (famoso por ser el ambiente más árido del planeta). Un lugar en el que la vida posee muchísima dificultad para abrirse camino, tanto para humanos como animales y vegetales. Para llegar, hay que transitar un recorrido único en su tipo (que demanda más de 7 horas desde Salta capital), por la variedad de contrastes que se pueden observar a lo largo del viaje: caminos zigzagueantes (como el conocido Las Siete Curvas), las subidas y bajadas de montañas y cerros con su bien llamado Laberinto, atravesando el Salar del Diablo, el Desierto del Diablo, la Quebrada del Toro (por donde pasa el célebre Tren de las Nubes) y muchos más paisajes deslumbrantes a casi 4000 metros de altura.

Tolar Grande - Departamento de Los Andes

Si bien la población actual pertenece a la etnia Kolla (y son herederos lejanos de los Incas), estos ocupan la zona desde hace muy poco tiempo, aproximadamente en 1940, cuando se abrieron caminos y rutas secundados por el ferrocarril argentino hasta llegar a la frontera con Chile a través del Paso Socompa. Por ese entonces, fueron apareciendo las primeras viviendas para los trabajadores de vialidad y del ferrocarril, como también los primeros pozos para conseguir agua, una escuela para los hijos de los trabajadores, una iglesia, entre otras cosas, para finalmente asentarse definitivamente en esta parte de la Puna. La actividad minera estaba en pleno desarrollo.


Tolar Grande en 1970 llegó a tener casi 4000 habitantes, que fue la época de mayor auge de la minería que se desarrollaba allí, y a medida que la actividad fue disminuyendo, para el 1990 la cantidad de habitantes decreció dramáticamente llegando a casi 50 habitantes. Desde ese momento, se inició el plan de repoblar la localidad, ofreciendo trabajo municipal, casa, agua y luz gratuita, con la única condición que fuesen Kollas de la puna. El pueblo comenzó a hacerse conocido como “el último pueblo de la Puna” lo que originó interés desde el punto de vista turístico.


Por su lejanía, sus temperaturas extremas, sus grandes extensiones, sus picos nevados y ese transitar lento de sus habitantes y animales, muchos visitantes lo comparan con la meseta del Tíbet en Asia.

¿QUÉ VISITAR?

Antes de mencionar los atractivos principales, queremos destacar que el turismo es realizado principalmente por la comunidad kolla de Tolar Grande, la cual posee una Red de Turismo Comunitario de Tolar Grande “LICKAN”. Esta red realiza distintos circuitos turísticos a atractivos naturales cercanos y lejanos, con participación de miembros de la comunidad, en donde los turistas se alojan en casas de familia.

- Salar de Arizaro: En este lugar se vive una experiencia sin igual al visitar un gran mar de sal rodeado de montañas. Es el tercer salar más grande del mundo, luego del de Uyuni, en Bolivia, y el de Atacama, en Chile. Tiene más de 1500 kilómetros cuadrados de superficie y se encuentra a casi 3500 metros sobre el nivel del mar. Su origen se encuentra en el nacimiento y la evolución misma de los Andes, ya que son las ruinas de viejos lagos salados, en la actualidad desaparecidos. Son el producto de la evaporación de aguas altamente saladas de origen volcánico. Estos sitios son muy ricos en litio, potasio, magnesio y boro, por lo que actualmente la industria minera extrae de allí sólidos metalíferos y no metalíferos como sal, hierro, mármol, ónix y cobre. Sobre el nombre del salar, una teoría afirma que proviene de la lengua kunza o atacameña y que significa “nido de cóndor” o “dormidero de buitre”, mientras que para otros el origen está en la lengua aymara y su traducción sería “filoso” o “punzante”. 


- Cono de Arita: En el sector sur del Salar de Arizaro, en medio de ese gran e interminable terreno blanco, emerge una misteriosa montaña de color negro intenso, conocida como el Cono de Arita, una geoforma de origen volcánico que se eleva asemejándose a una pirámide. Con una altura de unos casi 200 metros es, para muchos locales y visitantes, el “cono natural más perfecto del mundo”.


Varios estudios científicos han demostrado que esta formación no es más que un volcán que no tuvo la suficiente fuerza como para estallar, por lo que no posee un cráter, ni echó lava.


El paisaje que lo rodea es sal negra, atraída a la superficie por magma subterránea. A su vez, por los restos hallados en el lugar, se cree que el cono fue un centro de ceremonias sagrado de quienes habitaron la zona antes de la llegada de los incas y también por la población actual de Tolar Grande (quienes se encuentran a unos 86 kilómetros del salar) que lo utilizan para múltiples festejos relacionados con la Pachamama.

- Sitio Arqueológico Tastil: A 3.200 metros sobre el nivel del mar y en la entrada a la puna salteña, se encuentra el sitio arqueológico pre-incaico más grande del país y con la mayor concentración de pinturas rupestres, lo que lo convierte en un punto turístico que año tras año recibe mayor cantidad de visitantes. Son unas 12 hectáreas cubiertas de paredes bajas de piedras apiladas, pero con una gran solidez que las mantiene erguidas durante siglos, que se elevan cerca de un metro del suelo y forman varios espacios de diversos tamaños cuyos pisos están por debajo de ese nivel.


Esta ciudad, que albergaba unas 3.000 personas entre los años 1000 a 1400, se encuentra en el Camino del Inca, o Qhapaq Ñam Sistema Vial Andino, ya que su población original fue conquistada y obligada a desplazarse fuera de sus límites y trabajar para el imperio del Cusco. Este poblado preincaico fue descubierto en 1903 por el arqueólogo sueco Eric Boman.


En diciembre de 1997, fue declarado Monumento Histórico Nacional y, en 2014, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró Patrimonio Mundial al Camino del Inca, incluido también este sitio arqueológico.


El único edificio moderno es el Museo de Sitio Tastil, donde se exhiben piezas y objetos del sitio arqueológico, entre ellos indumentaria, pelucas, peines, puntas de flecha, restos de alfarerías y petroglifos.


- Ojos de Mar: A 380 km de Salta capital y a 5km de Tolar Grande, aparece este oasis de agua turquesa en plena Puna. Se trata de tres lagunas de origen volcánico en medio de un salar blanco, cuyo color varía según la luz del sol entre el turquesa y el verde, pero lo que no cambia es la transparencia del agua, que permite ver el fondo, ni su salinidad, ya que se estima que es cuatro veces más salada que la del océano.


Se llaman así porque los primeros pobladores que arribaron al lugar, en la década del 40, decían que se trataba del agua del océano Pacífico (que está a unos 400 kilómetros) que llegaba hasta estas salinas formadas por acción volcánica a través de filtraciones subterráneas. Para evitar la contaminación del ambiente, está prohibido meterse en los Ojos de Mar. Los carteles en el lugar así lo advierten, e invitan a circular con precaución por los alrededores de las lagunas, ya que en el borde el terreno es frágil y quebradizo.


Una curiosidad es que un grupo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET) descubrió en estos pozos de agua estromatolitos vivos, unos microorganismos considerados creadores de ambientes de vida en la Tierra debido a que crean oxígeno a partir de dióxido de carbono por fotosíntesis, y por tal motivo fueron declarados Refugio de Vida Silvestre. Son piedras vivas que al morir permanecen en el tiempo como fósiles. Aunque no puedan verse por el ojo humano, este descubrimiento tiene alto valor científico, ya que se pensaba que allí, por la altura y las condiciones climáticas adversas, era imposible encontrar formas de vida.



- Desierto del Diablo: Ubicado muy cerca de la localidad de Tolar Grande, es uno de los sitios más aislados de la puna, con una aridez extrema que lo vuelve casi inhóspito para cualquier ser vivo, pero con paisajes que emulan un posible viaje espacial al planeta Marte. Algunos lo consideran uno de los rincones más extraños del país por sus formas y colores vibrantes que simulan una pintura casi surrealista. Se trata, en definitiva, de una infinita planicie rojiza que cautiva por su belleza a primera vista.


- Volcán Llullaillaco: El volcán Llullaillaco, que en lengua aimara significa "agua caliente" (lloclla: caliente y yacu: agua), se encuentra ubicado entre la Provincia de Salta y la Región de Antofagasta, en la frontera de Argentina con Chile. Es el clásico volcán de la Puna de Atacama, con grandes acarreos de ceniza y rocas, varios planchones de nieve, e incluso pequeños glaciares debido al intenso frío.


Existen erupciones registradas en los años 1854, 1866 y 1877, pero desde entonces no se ha registrado actividad volcánica hasta la fecha. Además, es el segundo volcán activo más alto del mundo, precedido sólo por el Ojos del Salado, ubicado también en el límite entre Chile y Catamarca.


La historia más increíble de este lugar tiene como protagonista al arqueólogo de montaña estadounidense Johan Reinhard, quien después de haber estudiado y recorrido minuciosamente el volcán durante la década del 80, planteó a modo de hipótesis la posible existencia de ofrendas humanas en la cima. Tal afirmación fue confirmada en marzo de 1999, cuando un equipo liderado por el mismo arqueólogo y financiada por la National Geographic Society, encontró en la cúspide de este volcán tres cuerpos de niños congelados con un opulento mobiliario funerario que databa de aproximadamente 500 años de antigüedad. Los hallazgos correspondían a una adolescente de 15 años (conocida como La Doncella), una niña de unos 6 años (la Niña del Rayo) y un niño de 7 años. Tales descubrimientos hacen del Llullaillaco el sitio arqueológico más alto del mundo (6739 metros de altura) y significa que, por varios siglos, los incas mantuvieron el récord de la mayor altura alcanzada por un ser humano. Este sitio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.



- El Arenal: A tan solo 8 km del pueblo de Tolar, lo único que se observa es la tierra árida y sequedad de la Puna, generando la sensación de encontrarse en otro planeta, al transitar por el interior de inmensos bancos de arena rojiza que se acumuló en el sector, de ahí su nombre. Y por si fuera poco, hay diversos miradores para observar los siete volcanes cercanos a los Andes, con más de 6000 msnm: Llullaillaco, Socompa, Aracar, Guanaqueros, Pulares, Salin y Arizaro.


- Montaña Sagrada Macón: El ascenso a este sitio es un ritual ancestral, donde allí se agradece por el agua que la montaña provee a la árida región. Además podrás disfrutar de hermosos e increíbles paisajes, la cultura y muchas creencias de este lugar mágico.


- Laguna Santa María: A tan sólo 65 km de Tolar Grande se encuentra esta laguna que alberga una cantidad innumerable de flamencos rosados, como también es el lugar donde habitan parinas, patos y gallaretas.

FIESTAS
- Fiesta de la Pachamama (agosto): Es la ceremonia de ofrenda a la Pachamama, nombre que viene de la lengua quechua donde “pacha” se puede traducir como Tierra, en tanto que “mama” proviene de Madre. Así, para ciertas etnias andinas, como los quechuas o los aymaras, la Pachamama es la Madre Tierra, a quien los locales deben cuidar y rendirle tributo. Los pueblos andinos desarrollan diferentes actividades organizadas por la Red de Turismo Rural Comunitario Lickan, junto a la Municipalidad y la comunidad Kolla.
- Fiestas Patronales a la Virgen del Valle (diciembre): Fieles, vecinos y autoridades se congregan para formar parte de esta tradicional fiesta patronal en el día de la Inmaculada Concepción (el 8 de diciembre). 



#DATOARXA A TENER EN CUENTA ANTES DE VIAJAR
Tolar Grande está a 3520 m.s.n.m. y si se inicia el viaje desde Salta capital, a los 1187 m.s.n.m, se irá haciendo el recorrido paulatinamente, es decir con paradas que permitirán tener un tiempo para aclimatarse a la altura, ya que el punto máximo al que se llega son más de 4500 m.s.n.m (en el Abra de Alto Chorrillos o en el Abra de Gallo, dependiendo la ruta por la que se vaya). Es por esto que se recomienda tener siempre a mano tres elementos que ayudan a combatir los malestares y el apunamiento en la altura: agua sin gas, chicle (para evitar que se tapen los oídos) y hojas de coca (en su defecto saquitos de té de coca).


También, es recomendable para que el cuerpo se aclimate más rápidamente, parar en la ruta, quizás en algún punto panorámico, y caminar al menos 100 mts, comer liviano, ir hidratándose constantemente y no aguantarse las ganas de ir al baño.

Si bien se puede visitar en cualquier época del año, los mejores meses para ir son septiembre, octubre y noviembre, es decir, cuando ya pasó el frío extremo.


CURIOSIDADES

Tolar Grande es un pueblo que nunca tuvo fundación, ya que se considera su creación entre 1943 y 1948 (año en el que llegó oficialmente el tren al Paso de Socompa), cuando se decide fragmentar el territorio de la Puna de Atacama en tres partes, ubicadas en Salta, Jujuy y Catamarca.




Desierto infinito, aridez extrema, médanos de color rojizo, un imponente paisaje de los Andes y una belleza muy particular donde calza justo el calificativo de estar otro planeta.

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